Floridentes

Monday, June 02, 2008

Apelación

Cómo
pienso
me leerán
me he arrebatado las sílabas
¿quién me he?

traidor
asoma
grandilocuente risa
gri-
r-r-s-------------
a--i-r
n-n--s-
d—ss
agr
imposible dibujo
qué absurdo frente a esto
nace
Todo es el Lugar
como Tú, Yo, fingimos
los lazos
ahogan
Cada letra, quién la mastica
de dónde
todo es un juego
quién mira por detrás
no es la pregunta
dónde
cómo
y luego, lancemos el gruñido
la única forma
de hacernos entender
por los creadores del lazo
el modo auténtico
no ámbar
no blanco y negro
nadie conoce el color de los colores
nadie ve
pero aún se forman
y todavía, no
todavía no es verdadero
como el guiño
la más marítima de las espumas
allí seguiremos
sin comprender
mensajeros qué ansiedad
qué viaje proponen por entre desfiladeros nubes
lo bello
mi bien
está en el lugar
quién, cómo
cuál es el medio
de ver-

Sunday, June 24, 2007

Morí por la Belleza - pero me sentía rara
Encajada en la Tumba
Cuando Uno que murió por la Verdad, yacía
En una Habitación contigua -

Me preguntó en voz baja "¿Por qué había fallecido?"
"Por la Belleza", le contesté -
"Y yo - por la Verdad - Ambas la misma cosa -
Hermanos, somos", dijo -

Y así, como Parientes, que se encuentran una Noche -
Hablamos de una Habitación a otra -
Hasta que el Musgo nos alcanzó los labios -
Y cubrió - nuestros nombres -

E. Dickinson

Saturday, January 20, 2007

In memoriam Paul Eluard

Ponle al muerto en la tumba las palabras
que para vivir dijo.
Recuesta su cabeza entre ellas,
hazle sentir
las lenguas del anhelo,
las tenazas.

Ponle al muerto en los párpados la palabra
que le negó a aquél
que le hablaba de tú,
la palabra
que la sangre de su corazón sorteó
cuando una mano, tan desnuda como la suya,
a aquel que le hablaba de tú
lo ahorcó en los árboles del futuro.

Ponle esta palabra en los párpados:
tal vez
entre en su ojo, que aún es azul,
un segundo azul más ajeno,
y aquel que le hablaba de tú
sueñe con él: nosotros.

Paul Celan, De umbral en umbral.

Thursday, December 07, 2006

El hombre de arena

Son las 20: 59. Dentro de un minuto entrará el Hombre de Arena. Sólo tiene que girar unos cuantos grados y entrar. No oigo todavía gritos, los críos de arriba quizá duermen o no están o no están conjurados. No importa, pronto les nacerán de nuevo los ojos, o al menos se llevará los que les estorban. En la calle, los coches se empeñan en hacerme creer que existen. Dentro de un minuto el Hombre de Arena vendrá; debe venir o yo tendré que pensar qué hago con estos cientos de ojos que me sobran. Los ojos no pueden durar más de un minuto. Quizá lo intuyen y por eso ahora se rebelan, se estampan contra las paredes, ruedan, huyen hacia la ventana. Algunos caen y en la caída se secan, veo desde el asfalto las farolas y los coches, les asustan y les empapan, los arroyan, hay demasiada luz. Gritan mucho, van a oírles, gritan que todo es real, que el charco donde han caído es real, prefieren morir empapados a esperar un minuto conmigo. Me dan lástima, pero no tienen razón. ¿Merece la pena que se destrocen? Tienen la posibilidad de dormir largos años todavía. El hombre de arena trae consigo siempre preciosas urnas blancas. Mientras los acuesta los adormece, les cubre con un suavísimo olvido y les canta. Las 21:00. Se cierran. Están a salvo de nosotros.

¿Seré un poeta maldito?

Por si acaso:

http://www.informativos.telecinco.es/exorcista_exorcismo/Jose_Antonio_Fortea/diablo/dn_13893.htm

Friday, November 24, 2006

Programa sincurso

X

Programa sincurso

SABEN ustedes
que hay muchos tipos de porcelana china,
sin ir más lejos,
el chino,
yendo más lejos,
el francés, alcarreño, guaraní;
todos se rompen a la mínima por la cintura, pero,
esta noche,
no hablaremos de roturas, sino,
por cincuenta pesetas:
¿quiénes demonios condenadísimos nos leen?
Por ejemplo, Nimiabuela;
un dos trés, responda otra vez:
Nimiabuela,
Et kétera, Mmmm,
un dos cuatro venticinco, tiempo.
(Alborozo, revuelo,
largas piernas cruzadas, sobrada pechera,
sonrisón).
Media respuesta
a cincuenta pesetas cada una,
cinco duros.
Plás plás plás.
Pero ustedes tranquilos,
que ni siquiera les va a tocar el coche,
Hála, a casa.
(Y se fueron)

ÁVILA, Francisco Javier, Aquel mar de esta orilla.

Monday, November 20, 2006

Tres proverbios del Infierno

"Aquel cuya cara no irradia luz, jamás será una estrella."

"Ningún pájaro asciende demasiado, si lo hace con sus propias alas."

"Si el necio perseverase en su necedad se haría sabio"

William Blake, Por supuesto.

Sunday, November 19, 2006

Muerte por amor

Estoy muy asustada. Iré directa al terrible tema, todavía me quedan quinientas páginas del querido T. Shandy y ello me obliga a ser rápida, para evitar, en primer lugar, posibles acusaciones de contagio literario, a las que me vería expuesta si, en lugar de referir el hecho de forma fría y cuasiperiodística, comenzara alguna digresión interminable (y además, sobre un tema SERIO, lo que me incapacita como discípula per se), y en segundo lugar para poder dormir algo esta noche. Acabo de volver de una tertulia casera en la que una persona fiable nos ha relatado un suceso terrible. Tiene que ver con la MUERTE. Primer motivo de inquietud. Voy a ello: a alguien le había dicho alguien que un joven del barrio, muy querido, respetado y alegre, ha muerto hace unos días por AMOR. Infarto provocado por amor desdichado como causa última. Tras la noticia, todos nuestros duendecillos posmodernos han comenzado a agitarse y a ponerse tensos, portavoz incluido. ¿Por AMOR? - eso no es suficiente para provocar un infarto- el cuerpo humano tiene mucho aguante - la cantidad de personas que lo pasan mal en el mundo - ¡los judíos que sobrevivieron al holocausto! - ¡los torturados en Guantánamo! - el hombre no sabe cuánto dolor puede aguantar- Lo más probable es que se haya suicidado y que su familia lo encubra - o que ya estuviese enfermo . Pero, ¿y si es cierto? Comencé a agobiarme. Si ya es bastante duro tener que preocuparse por la cantidad de enfermedades terminales que pululan en torno nuestro sin que podamos combatirlas debidamente... además, la posibilidad de que un corazón, un sanísimo corazón, pueda hacer clic! como el de un sr. romántico. Encima, ser tú (que has tenido la desgracia de que tu mujer te dejase y de que coincida exactamente con un repentino e insospechado ataque al corazón anormal en un hombre tan joven y de que encima te mueras por ese ataque), ser tú el motivo de los cientos de suspiros enternecidos a los que dará lugar tu muerte en los patios de vecinas -pobre hombre- ay- su alma sensible no pudo resistir el abandono-, o estar expuesto ya para toda la eternidad a frases lapidarias en la losa de tu tumba- se le partió el corazón- aquí yace el corazón destrozado de un gran hombre, en resumen, quedar, además de muerto, como un perfecto imbécil. Me parece demasiado duro. Y es que yo no niego que eso HAYA podido suceder. En otra época. Y también me parece magnífico que a alguien le ocurra METAFÓRICAMENTE. Pero no Hoy, no en en Imperio de la Ciencia, en la edad del Progreso, en la era de... CSI... (añadan lo que se les ocurra, todo vale) ¡Pero si ni siquiera es verosímil! Por ejemplo: a ningún escritor temeroso de Dios, se le ocurriría utilizarlo como final para un libro (y como sabemos, esa es la medida de todas las cosas) No sé, tengo miedo, maldito joven... ¿volverá a ponerlo de moda? Aquí lo dejo para que ustedes se estremezcan, o encuentren la justificación que más les plazca. Me vuelvo con Sterne, al que me temo que no he abandonado en todo este tiempo.