Floridentes

Friday, November 24, 2006

Programa sincurso

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Programa sincurso

SABEN ustedes
que hay muchos tipos de porcelana china,
sin ir más lejos,
el chino,
yendo más lejos,
el francés, alcarreño, guaraní;
todos se rompen a la mínima por la cintura, pero,
esta noche,
no hablaremos de roturas, sino,
por cincuenta pesetas:
¿quiénes demonios condenadísimos nos leen?
Por ejemplo, Nimiabuela;
un dos trés, responda otra vez:
Nimiabuela,
Et kétera, Mmmm,
un dos cuatro venticinco, tiempo.
(Alborozo, revuelo,
largas piernas cruzadas, sobrada pechera,
sonrisón).
Media respuesta
a cincuenta pesetas cada una,
cinco duros.
Plás plás plás.
Pero ustedes tranquilos,
que ni siquiera les va a tocar el coche,
Hála, a casa.
(Y se fueron)

ÁVILA, Francisco Javier, Aquel mar de esta orilla.

Monday, November 20, 2006

Tres proverbios del Infierno

"Aquel cuya cara no irradia luz, jamás será una estrella."

"Ningún pájaro asciende demasiado, si lo hace con sus propias alas."

"Si el necio perseverase en su necedad se haría sabio"

William Blake, Por supuesto.

Sunday, November 19, 2006

Muerte por amor

Estoy muy asustada. Iré directa al terrible tema, todavía me quedan quinientas páginas del querido T. Shandy y ello me obliga a ser rápida, para evitar, en primer lugar, posibles acusaciones de contagio literario, a las que me vería expuesta si, en lugar de referir el hecho de forma fría y cuasiperiodística, comenzara alguna digresión interminable (y además, sobre un tema SERIO, lo que me incapacita como discípula per se), y en segundo lugar para poder dormir algo esta noche. Acabo de volver de una tertulia casera en la que una persona fiable nos ha relatado un suceso terrible. Tiene que ver con la MUERTE. Primer motivo de inquietud. Voy a ello: a alguien le había dicho alguien que un joven del barrio, muy querido, respetado y alegre, ha muerto hace unos días por AMOR. Infarto provocado por amor desdichado como causa última. Tras la noticia, todos nuestros duendecillos posmodernos han comenzado a agitarse y a ponerse tensos, portavoz incluido. ¿Por AMOR? - eso no es suficiente para provocar un infarto- el cuerpo humano tiene mucho aguante - la cantidad de personas que lo pasan mal en el mundo - ¡los judíos que sobrevivieron al holocausto! - ¡los torturados en Guantánamo! - el hombre no sabe cuánto dolor puede aguantar- Lo más probable es que se haya suicidado y que su familia lo encubra - o que ya estuviese enfermo . Pero, ¿y si es cierto? Comencé a agobiarme. Si ya es bastante duro tener que preocuparse por la cantidad de enfermedades terminales que pululan en torno nuestro sin que podamos combatirlas debidamente... además, la posibilidad de que un corazón, un sanísimo corazón, pueda hacer clic! como el de un sr. romántico. Encima, ser tú (que has tenido la desgracia de que tu mujer te dejase y de que coincida exactamente con un repentino e insospechado ataque al corazón anormal en un hombre tan joven y de que encima te mueras por ese ataque), ser tú el motivo de los cientos de suspiros enternecidos a los que dará lugar tu muerte en los patios de vecinas -pobre hombre- ay- su alma sensible no pudo resistir el abandono-, o estar expuesto ya para toda la eternidad a frases lapidarias en la losa de tu tumba- se le partió el corazón- aquí yace el corazón destrozado de un gran hombre, en resumen, quedar, además de muerto, como un perfecto imbécil. Me parece demasiado duro. Y es que yo no niego que eso HAYA podido suceder. En otra época. Y también me parece magnífico que a alguien le ocurra METAFÓRICAMENTE. Pero no Hoy, no en en Imperio de la Ciencia, en la edad del Progreso, en la era de... CSI... (añadan lo que se les ocurra, todo vale) ¡Pero si ni siquiera es verosímil! Por ejemplo: a ningún escritor temeroso de Dios, se le ocurriría utilizarlo como final para un libro (y como sabemos, esa es la medida de todas las cosas) No sé, tengo miedo, maldito joven... ¿volverá a ponerlo de moda? Aquí lo dejo para que ustedes se estremezcan, o encuentren la justificación que más les plazca. Me vuelvo con Sterne, al que me temo que no he abandonado en todo este tiempo.

Saturday, November 18, 2006

Frente al espejo

Todos. Todos los mezquinos descienden de dioses. Desde la Casa, pregunto si existieron. No los oigo, no los percibo y no los veo. Las ciudades padecen un mal en su sangre. Vuestra sangre oscura no debe salir para que las ciudades no se rompan. Una palabra basta. Sigo presenciando el destino, aunque los dioses se fueron y nadie decide nuestro mal. No tengo enemigos ahora, delante estoy yo, o todos mis abismos. Cuando la caída comience será mi propio peso el que me venza. Sé que mi tristeza no está decidida, la pregunta es cuanto tiempo querremos vivir. Lo que nos retiene arriba a veces es suficiente para dejarnos suspendidos toda una vida. Hogares queridos: amor, deseo, miedo. El arte no es capaz, al menos no el arte tal y como lo practicamos, arte de abismo. No es suficiente. No podemos habitar el arte. El arte es un movimiento, ascenso o descenso, no puedes detenerte a descansar allí. Tampoco puedes elevarte demasiado alto porque siempre son alas de cera, alas prestadas. Cuando el sol las derrita será un justo precio el que habremos pagado. Lo sabíamos. Nadie nos engañó cuando las escogimos. Pero para vivir necesitamos parar de vez en cuando y regresar a casa. Quien no tiene casa sabe que descansar es lo mismo que morir. El movimiento cesa, la soledad cesa, la vida se calma y deja su paso a otras vidas. Otros niños crecen ahora en vientres cálidos. La esperanza crecerá de nuevo arropada en cuentos. Algunos se mantendrán y engendrarán nuevas vidas. Merece la pena, eso también merece la pena. Todo lo que evita la intemperie lo merece. También las máscaras. Hace frío fuera, hay que intentar viejas apuestas. Ójala me quede en el miedo, ójala me retenga. No sabré oponerme a esa expulsión y fuera no hay otra vida posible. No es conformismo, es desencanto. Tengo treinta años y certeza de muerte. Esa ausencia dulce en la que volveré al oro.
A. Lecto, Las furias.